Salimos de Madrid,el sábado 3 de agosto, 37 personas en el autobús para Taizé. Varias familias salieron también con sus coches. Otros en avión. Un grupo de unas 50 personas iniciamos la semana entre los miles que han venido a participan esta semana. Al llegar nos alcanzó el eco tan positivo dejado por el Cardenal de Madrid Mons. José Cobo junto a los 180 jóvenes de la Diócesis madrileña que participaron la semana anterior.
Destacar las paradas durante la peregrinación. Una plegaria a la Pilarica. La eucaristía en la catedral san Juan Bautista de Lyon, la comida compartida en Cluny y el natural caos de la acogida en la colina que se resuelve siempre con humor y responsabilidad. Y ya estamos en Taizé !!!
En Taizé tiempo para la acogida, cada uno busca su plaza, su compromiso en la ayuda con los trabajos que hacen posible que las cosas funcionen. Cada uno aporta su don.
Tras la plegaria de la mañana, tiempo para las introducciones bíblicas. Respetando el preferente lugar de los jóvenes, también los adultos tienen su espacio. Nuestra amiga May hace las traducciones al castellano dadas por el hno. Jean Marie. Algunos voluntarios colaboran para que un grupo tan grande pueda funcionar.
Llegada la oración de la tarde, en el altar, el cirio pascual y el icono de la Transfiguración. Un joven hermano francés, Matías, ha hecho su profesión religiosa con su compromiso para toda la vida con la comunidad. Que el Dios de la Luz sin sombras lo acompañe y cuide siempre y le conceda la gracia de ir transfigurando su vida. En la iglesia de la Reconciliación que hoy cumple 62 años, asisten a la oración más de tres mil jóvenes.
Destacar las paradas durante la peregrinación. Una plegaria a la Pilarica. La eucaristía en la catedral san Juan Bautista de Lyon, la comida compartida en Cluny y el natural caos de la acogida en la colina que se resuelve siempre con humor y responsabilidad. Y ya estamos en Taizé !!!
En Taizé tiempo para la acogida, cada uno busca su plaza, su compromiso en la ayuda con los trabajos que hacen posible que las cosas funcionen. Cada uno aporta su don.
Tras la plegaria de la mañana, tiempo para las introducciones bíblicas. Respetando el preferente lugar de los jóvenes, también los adultos tienen su espacio. Nuestra amiga May hace las traducciones al castellano dadas por el hno. Jean Marie. Algunos voluntarios colaboran para que un grupo tan grande pueda funcionar.
Llegada la oración de la tarde, en el altar, el cirio pascual y el icono de la Transfiguración. Un joven hermano francés, Matías, ha hecho su profesión religiosa con su compromiso para toda la vida con la comunidad. Que el Dios de la Luz sin sombras lo acompañe y cuide siempre y le conceda la gracia de ir transfigurando su vida. En la iglesia de la Reconciliación que hoy cumple 62 años, asisten a la oración más de tres mil jóvenes.