Inicio trabajos sobre obras del escultor José Luis Sánchez

Esta semana vino el equipo que ha comenzado el trabajo sobre las obras del escultor José Luis Sánchez en nuestra parroquia. Gracias Belén, Francisco y Antonio. Gracias por vuestro estudio. Seguiremos informando !!!

Nuestros compañeros redentoristas de Valencia…

Nuestros compañeros redentoristas de Valencia, y en su nombre el P. Víctor Ballesteros, nos ha escrito: “vivimos la conmoción y el dolor por tantas víctimas y tanta pérdida, ayer estuvimos llevando alimentos y agua al barrio La Torre y la devastación era total. La parroquia la han convertido en lugar de recogida de alimentos, agua y ropa, una gran mesa con mucha solidaridad en el centro de la Iglesia. Qué manera de hacer un altar con el sentir y el compartir de un pueblo!Preciosa Eucaristia! Muchas personas y familias de la parroquia tienen a alguien aislado, incomunicado o afectado por la riada. Paso una foto de la parroquia de La Torre. ¡Tenennos en vuestras oraciones!

Crónica desde Almería…

Nuestra amiga May nos ha enviado esta crónica desde Almería: “El lunes pasado, en la parroquia de San Ignacio de Loyola en Almería, durante poco más de una hora, la vida se hizo poesía y la poesía, oración en la voz de nuestro amigo el poeta Víctor Herrero. Como él mismo nos describió, una audiencia a quienes se hubiera permitido asistir a una operación a corazón abierto, simplemente absortos ante la pausada hondura de sus palabras. ¡Vaya regalazo para una tarde de lunes!”

Hnas. de la Consolación

Las Hnas de la Consolación de nuestra parroquia han hecho una llamada a compartir ayuda humanitaria. Y han respondido el Colegio y algunos parroquianos.
Madre Molas, que aparece en un artículo de la revista de nuestro barrio, seguro que está contenta por sus hermanas. Desde la Parroquia agradecemos su gesto. Ánimo !!!

Brota la indignación…

Brota la indignación pero también una plegaria. Nuestra admiración al pueblo valenciano que nos muestra su fuerza interior. Asombro ante las caravanas de jóvenes voluntarios capaces de una solidaridad y valor del que ha carecido “la clase política”. Vergüenza, mucha vergüenza, ante el intento de sobreponer un relato que no contempla el sufrimiento de los sencillos. Una súplica: ¡Danos, Señor, un corazón que escuche!. Multiplica las manos y los pies con los sentimientos más humanos y la colaboración generosa.