Al terminar la eucaristía del domingo 11/8 todos nos fuimos al autobús para reemprender la vuelta a nuestros diferentes lugares de origen. El Hno Pedro vino a nuestro autobús a despedirnos. La colina no se quedaba sola, otros más de tres mil jóvenes comenzaban a llegar para participar en la semana siguiente. Salen y llegan autobuses. La vida y la búsqueda continúa.
Algo sobre los tres últimos días. El jueves habló el nuevo Prior a todos los jóvenes con traducción simultanea. En su intervención participó una joven ucraniana que habló de cómo estar en la iglesia mientras tu país està en guerra.
No hubo niños ni flores, pero terminada la comunicación todo el grupo fuimos a saludarlo. Le regalamos la bolsa del viaje y una camiseta. Rezamos con él un Ave María, nos bendijo y se interesó por cómo iba nuestra semana.
El viernes la comida fue en silencio en algunos grupos. Esa tarde se acudió antes a la iglesia de la Reconciliación para un tiempo de silencio y oración por la paz, por los pueblos que sufren la violencia: Ucrania, Gaza, Israel, Líbano, Rusia, Haití, Venezuela …
La celebración de la noche fue con las iglesias ortodoxas orientales presidida por el Patriarca Dimitrios. Muchos jóvenes continuaron la oración en torno a la cruz.